viernes, 2 de diciembre de 2016

Madurez: Humana y Cristiana

Madurez Humana




Biológicamente hablando, la madurez es un estado que se alcanza cuando el desarrollo físico y sexual está completo. Incluso se conoce como “estado de desarrollo psicosocial de la persona”. Con la madurez, logramos desarrollar valores como lo es la empatía, la cual es sumamente importante en la relación con los demás, para la comprensión entre diversas personas, y que el vínculo se dé de manera óptima. 

Los padres tienen un nivel de influencia en la madurez de una persona, si esta crece en un ambiente lleno de cariño y aceptación, aprenderá a ser tolerante con los demás. Si ve en sus referentes voluntades fuertes y buen temple, quizá absorba aquellos ejemplos de esas cualidades o las vea deseables, y luche por alcanzarlas. Sin embargo, si dicha persona se desarrolla en un ambiente tosco, sin educación o valores, esto podría afectar las relaciones que pueda llegar a tener a futuro, ya sea a nivel familiar, amoroso, de trabajo, amigos, entre otros.

La edad en la que se alcanza la madurez, no tiene en sí una determinación acerca de a madurez emocional. Se detecta con las actitudes concretas, como la capacidad de tener un pensamiento crítico, y la responsabilidad en la toma de decisiones. Algunos signos de la inmadurez son la inseguridad, inestabilidad emocional, perfeccionismo exagerado, susceptibilidad, pesimismo, respuestas emocionales exacerbadas, extroversión, nerviosismo y angustia, rigidez, entre otros.


Hoy en día, pese a los cambios que ha mantenido nuestra sociedad, los jóvenes tardan más tiempo en alcanzar la madurez y la independencia que las generaciones anteriores, y lo puedo decir por experiencia propia. A mis dieciocho años, aún vivo bajo la dependencia de lo que mis padres puedan darme, sin embargo, mi madre a mi edad ya trabajaba y vivía sola, pagando ella misma sus estudios universitarios. A lo que quiero llegar, es que hemos tenido un exceso de comodidades, que estamos disfrutando, y que, indirectamente, están afectando nuestra madurez humana, y la de la generación que nos sigue. 

Madurez Cristiana




En la madurez cristiana o espiritual, entiendo que la sensatez es una virtud principal, ser prudente, y esto está ligado al discernimiento, sabiendo qué es bueno y qué es malo. El dominio propio, como dice en el libro de los Romanos entre los capítulos 12 y 16 se caracteriza por contener muchas recomendaciones éticas, con el fin de ayudar a la persona cristiana a no perder de vista cómo es la conducta madura que agrada a Dios.


Hay cosas en la vida cristiana que se sobrentienden, o se consideran obvias, por lo que a la hora de prevenir incomoda muchas veces a la persona recomendada, sin embargo, a la hora de afrontar la realidad se tiende a buscar atajos, y se imitan muchas de los comportamientos característicos de este mundo, demostrando una inmadurez espiritual.
 La Biblia enseña que el Espíritu Santo puede transformar nuestra vida, una vez comprendamos el propósito que el “creador” tiene para cada persona. Madurar espiritualmente, es saber que una persona como cristiano, puede pecar, porque se es humano, pero aun así se puede arrepentir de dicho pecado.

En romanos 8:7, se ve explícitamente que para ser mejor cristiano, partiendo del hecho de que mientras más maduro seas en esto es mejor, se debe despojar del viejo hombre para dar paso a un hombre nuevo. Al utilizar este término, Pablo se refería a que se debe dejar atrás los pensamientos pecaminosos que se encontraban en el viejo cuerpo pecador.


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